sábado, 17 de febrero de 2007

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA ALQUIMIA

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA ALQUIMIA

La alquimia tenía 3 objetivos básicos:

Conseguir la piedra filosofal

El alquimista se centraba en la búsqueda de la piedra filosofal, en presencia de la cual, todos los metales podían ser convertidos en oro. La piedra filosofal no tenía por qué ser una piedra o una sustancia pétrea, sino más bien se trataba de unos polvos finos también denominados polvos de proyección. Se creía que echando dichos polvos sobre un metal, proyectándolos, se transmutaba y se convertía en oro. Lo que buscaban no era la riqueza, sino superar la prueba, conseguir esa transmutación o transformación, símbolo de haber alcanzado el poder absoluto sobre la naturaleza. Para los alquimistas, transformar un metal en oro era como una carta de presentación. Hacían sus demostraciones ante mecenas, reyes y papas, demostrando que podían conseguir el oro necesario para el mecenas de turno.

El elixir de la vida

También buscaban el elixir de la larga vida, una sustancia capaz de evitar la corrupción de la materia.

Se buscó durante tiempo oro potable, oro líquido, para beber. El oro en esas condiciones era un producto puro, que debía otorgar paz y vigor.

La transmutación personal consistía en encontrar un medicamento capaz de curar todo tipo de enfermedades.

Si el oro es el metal más puro por excelencia, al ingerirlo podrá curarnos, porque en la época se consideraba que el cuerpo estaba formado por humores, y que el desequilibrio de dichos humores provocaba la enfermedad, y que al equilibrarlos se restablecía la salud.

Por tanto, el oro era el metal perfecto para restaurar la salud.

Se habló también de la quinta esencia de la sangre: se elaboraba a partir de la sangre de un hombre que tenía que ser pelirrojo, robusto, rollizo, joven y con buena salud. El pelo tenía que ser rojo por el principio de similitud. Si era su pelo pelirrojo, era del color de la sangre. Por eso todo se realizaba con el color rojo para que se uniese todo buscando el mismo fin. La sangre de este hombre debía filtrarse una y otra vez hasta elaborar la quinta esencia, teóricamente la parte más pura de esa sangre, la esencia vital.

La consecución de la gran obra

Su objetivo era elevar al propio alquimista a un estado superior de la naturaleza, convertirlo en algo más.

Si alguien se cree suficientemente capaz y tiene la osadía de atreverse, que visite esta página, a ver si se entera de algo. http://www.ttecla.es/lapuerta/